CUIDADOS PALIATIVOS Y TANATOLÓGICOS
En la carrera de medicina se nos
enseña sobre patologías, fisiopatología, anatomía, farmacología, bioquímica,
salud mental, clínica, y se aborda desde diferentes puntos, a través de la
Medicina Interna, de Medicina Familiar, de Cirugía, desde el punto de vista de
Rehabilitación, Pediatría e incluso Urgencias, sin embargo, algo de lo que jamás
tenemos consciencia y no es hasta que lo vivimos cuando nos pasa por la mente
la importancia que conlleva el tener durante nuestra formación un apartado
exclusivo sobre la muerte y los cuidados ante el dolor del paciente.
Nadie nos enseña a como dar las
malas noticias, nadie nos dice como informar a un familiar que su allegado ha
partido de este mundo y que se pudo hacer todo lo posible pero las condiciones
y sus estado de salud no ayudaron en general, nadie nos dice que palabras emplear
pero lo único que no puedes hacer es quebrarte en ese momento, que aunque estés
completamente destrozado por dentro no puedes romperte pues la noticia que
estas a punto de dar rompe más al oyente que a ti mismo, nadie nos enseña a
lidiar con la muerte
A lo largo del tiempo esto fue
perdiendo credibilidad, se formalizo el crecimiento científico desplazando al
pensamiento mágico-religioso aunque no del todo, pues sabemos que la sociedad
mexicana es muy creyente de lo divino, sin embargo, en la actualidad aún se
considera a la muerte como un lecho de mal augurio o se le atribuye alguna
enfermedad, condición o estado de salud a algo externo, se culpa por ende a lo
mismo externo y se busca ayuda y protección por alguien definitivamente ajeno a
nosotros.
Como médicos debemos de saber que
la muerte es algo temido, es algo que no buscamos o que mucho menos queremos
encontrar en nuestra práctica médica, al contrario, siempre buscamos comprender
y preservar hasta el último momento la vida de nuestros pacientes, sin embargo
debemos de entender que la muerte no es algo malo, no es algo contra lo que
debemos o tengamos la necesidad de evitar, la muerte siempre es un paso más en
la vida de las personas, la muerte es nuestra compañera, nosotros estamos
trabajando en conjunto, no luchamos, sino que en el momento en el que nosotros comenzamos
a tratar enfermedades, contrarrestar efectos de ciertas patologías, en esos momentos
la muerte tiene menor alcance, sin embargo jamás desaparece, al contrario
cuando nosotros recibimos en Urgencias a un paciente en muy malas condiciones
de salud, es ahí donde la muerte toma la batuta y tiene mayor alcance, no
luchamos contra ella, trabajamos día y noche con ella.
Referencias bibliográficas.
Las competencias del médico de
familia en la atención a pacientes en fase de final de vida. Reflexiones a partir
de la propuesta de ACE en Cuidados Paliativos. Aten Primaria. 2015;47(8):477-478
De León, V. Tanatología: Una
perspectiva distinta de la muerte. Bol Med, Num. 5 Vol.1 • noviembre -
diciembre de 2004. Primera parte.
De León, V. Tanatología: Una
perspectiva distinta de la muerte. Bol Med, Num. 5 Vol.1 • noviembre -
diciembre de 2004. Segunda parte.
Buen día Dr. César.
ResponderBorrarUn comentario bastante reflexivo el que realizas, dándonos a conocer una parte de nuestra historia y la cosmovisión de la muerte en nuestra cultura. Muy bien porque efectivamente tenemos que trabajar con diferentes creencias en los procesos de duelo, y es importante que mantengamos la mente abierta a situaciones distintas a nuestras creencias y valores morales. De nuevo la comunicación y la empatía, siempre basados en principios éticos son nuestras herramientas más fuertes para el abordaje de estos temas.
Buen comentario Dr.
Saludos.