jueves, 3 de septiembre de 2020

TEMA 5. EL DUELO EN EL INDIVIDUO Y LA FAMILIA / MANEJO DEL DUELO

 EL DUELO EN EL INDIVIDUO Y LA FAMILIA / MANEJO DEL DUELO

El tan famoso Duelo a través del cual una persona experimenta una serie de sentimientos muchas veces polarizados e inclusive encontrados que colocan al paciente en una situación sumamente complicada y en jaque, debido a que uno nunca sabe en qué momento puede llegar a presentarse un evento trágico en el cual suframos la pérdida de un ser querido, añorado, amado, deseado e incluso socorrido y que es piedra angular y base de los cimientos de una familia, a uno nunca le enseñan esa parte en la cual tienes que lidiar con dicha situación, no viene en algún libro, documento, bitácora o pergamino, sino simple y sencillamente acontece y es en ese momento donde se debe de apoyar en todos los aspectos posibles porque como bien lo refieren los documentos otorgados para revisión, constituye un factor de riesgo importante para muchas morbilidades que inclusive pueden llevar a la muerte.

Definitivamente y durante consulta somos partícipes de muchas consultas a través de los cuales los pacientes se quejan de un dolor sumamente crónico y que es por eso mismo que acuden con regularidad a sus citas mensuales, solo por aquel dolor crónico que cede por periodos muy cortos y muchos analgésicos e incluso antidepresivos más potentes no dejan ceder el dolor, muchos ya cursan con estudios que demuestran que su dolor no tiene algún origen orgánico pues sus estructuras sistémicas trabajan de manera adecuada para su edad, es aquí donde es necesario nuestra tarea y poner en alto lo que nos diferencia del gremio médico el cual se basa en investigar una causa no orgánica, sino funcional ya sea en la dinámica familiar o algún acontecimiento que haya desencadenado dicha situación álgica crónica, la cual muchos médicos dejamos o hacemos pasar desapercibida y por medio de la cual muchos estudios o complementos para diagnóstico pueden ser ahorrados.

Sin embargo también existe la otra cara de la moneda, aquellos pacientes que acuden a una cita normal, a su consulta médica ordinaria pero que desde su ingreso o su espera a la hora de su cita muestra un semblante diferente al habitual o al que nos tiene cotidianamente acostumbrados y es a su ingreso a su espacio seguro (el consultorio) donde hacemos énfasis a la situación que observamos, algunas veces no quieren más que limitarse a dar vueltas a las situaciones e incluso a justificar su actuar, sin embargo, durante el motivo de consulta es donde se esclarece el panorama y los pacientes no pueden controlar más su sentir y nos dan la explicación que nosotros ya habíamos percibido, la muerte de su compañero de vida, del alguno de sus hijos, algún hermano o inclusive alguna mascota que haya sido sumamente importante para ellos y que les modifica de manera importante su vida.

Nunca se nos prepara durante la Medicina General a dar una mala noticia, a comunicar un padecimiento crónico cercano a la muerte y mucho menos a cómo tratar una situación de Duelo en algún paciente y por ende tampoco en la familiar, no cabe duda que este tema en particular nos da y explica un panorama mucho más amplio y fortalece más la capacidad que tiene el médico familiar y a través de la cual nos hace estar a un nivel incluso muy diferente de nuestras otras especialidades compañeras, es en este momento donde he visto el actuar de muchos de los médicos familiares y a través del cual la mayoría genera esa empatía hacia el paciente, extiende su escucha hacia los familiares o los que acudan a consulta y sobre todo dan herramientas de apoyo, desde palabras de aliento, motivación y ayuda así como apoyo a través de otros medios protectores de la salud calificados como atención Psicológica, Psiquiátrica, Grupos de autoayuda o de actividad física (no como derivación absoluta, sino como apoyo multidisciplinario) donde sea un distractor y una forma de poder ayudar a los pacientes, ahora incluso es posible entender el gran impacto que llega a tener una familia en función de su pérdida, porque no solo es un integrante de la familia, involucra a un grupo considerable de personas y las cuales pueden desarrollar una serie de patologías de manera importante por la cual pueden llegar a comprometer su estado de salud, es por ello mismo que nosotros tenemos la obligación, la función y la formación adecuada para dichas situaciones a través de las cuales entendemos lo que acontece en la familia y apoyamos desde nuestras posibilidades a aquel grupo que es susceptible de un gran número de patologías y que es nuestro deber proteger, procurar, prevenir y sobre todo salvaguardar a toda costa y ofrecer todas las actividades, herramientas y acciones posibles por las cuales salgan adelante, reestablezcan sus actividades, reorganicen sus modelos, adecuen sus roles y sobre todo fortalezcan su comunicación, ya que con esto las familias se apoyan a salir adelante y permiten una mejor cohesión de la red familiar y una mejor salida a dicha situación antes de volverse patológica y problemática, entendiendo que la muerte solo es un estado más en la vida de las personas y una situación en el ciclo vital de cualquier familia.

Referencias bibliográficas.

García, C. et al. Duelo y proceso salud-enfermedad en la Atención Primaria de Salud como escenario para su atención. Revista Cubana de Medicina General Integral. 2013

Pereira, R. Duelo: Desde el punto de vista individual al familiar.

Lewis, T. Premisas básicas de la orientación familiar en atención primaria.  España: Springel-Verlag Ibérica, 2002.  

1 comentario:

  1. Saludos Dr. César.
    Realizas un comentario sumamente reflexivo del tema, muy bien relacionado con las condiciones de nuestro trabajo diario e incluso con un toque de crudeza por todo aquello que cómo médicos dejamos de hacer por nuestros pacientes. Efectivamente este es un tema muy delicado si de verdad nos interesa ponernos en los zapatos de nuestros pacientes, la empatía en el duelo es parte fundamental del abordaje y nos permitirá ser una red de apoyo más para el paciente y en consecuencia para la familia, que está en desequilibrio por la pérdida o alteración de uno de sus miembros. Nuestra labor es comportarnos como seres humanos, ser empáticos y brindar consejería y apoyo, recordando que tenemos herramientas como la tanatología, para pacientes que requieren acompañamiento en su duelo. Recordar también, que un duelo no es necesariamente la pérdida de un ser querido, también se da por la pérdida de la salud, la pérdida del empleo, de una mascota e incluso de un objeto. El valor de la pérdida lo otorga quien la vive y esto es importante comprenderlo si queremos ayudar a nuestros pacientes en esta situación.
    Gran trabajo Dr.

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